Membranas,
Introducción

Las membranas son de importancia crucial para la vida, debido
a que las células deben separar su contenido del medio ambiente
por dos grandes razones.
- Deben mantener las "moléculas de la vida"
(ADN, ARN, y las proteínas acompañantes) en manera tal
que no se dispersen en el medio.
- Deben mantener afuera las moléculas extrañas que puedan
dañar los componentes celulares o sus moléculas.
Pero, aparte de cumplir con estos dos principios, debe
comunicarse con su entorno para monitorear permanentemente las
condiciones externas y adaptarse a ellas.
Por ejemplo, si la bacteria Escherichia coli detecta
una alta concentración del azúcar lactosa en el medio,
comienza a sintetizar las proteínas que le permiten introducirla
y consumirla.
Pero, si la bacteria Escherichia coli también detecta
una alta concentración del azúcar glucosa en el medio en
vez de ello comienza a sintetizar proteínas para introducir y
consumir glucosa.
La célula también necesita bombear nutrientes y eliminar los
productos tóxicos de su metabolismo. ¿Cómo hace la bacteria Escherichia
coli para conocer las condiciones del medio?, pues, depende
de su membrana para obtener la información de varias maneras.
Las células que componen los tejidos de los organismos
multicelulares también necesitan intercambiar metabolitos y
productos de desecho con el medio externo. Pero necesitan
información más compleja que la que necesita una bacteria o un protozoario.
Cada una de las células de nuestros tejidos se comunica con
docenas, o cientos de otros tipos de células acerca de una
variedad de tópicos importantes como, por ejemplo: cuando debe
crecer, diferenciarse o morir; cuando debe liberar ciertas
proteínas o metabolitos que necesitan otras células en sitios
distantes del cuerpo o, con que otras células debe asociarse
para construir las complejas arquitecturas de los tejidos.
Irónicamente, la estructura intrínseca de la célula crea un
obstáculo formidable a este importante proceso de comunicación
intercelular. La célula se encierra dentro de su membrana, que
es relativamente impermeable a la mayor parte de las moléculas.
Esta barrera permite a la célula crear su propio medio
intracelular que es distinto y muy diferente del mundo que la
rodea.
Esto tiene un costo: dificulta el libre intercambio de
materiales e información entre el interior y el exterior. Esta
barrera debe, por lo tanto, configurarse en manera tal que
permita a la célula informarse acerca de lo que sucede en el
"mundo exterior" y utilizar los nutrientes disponibles.
Para ello las células tienen en la membrana dos grandes
grupos de proteína:
Algunas proteínas cumplen ambas funciones, por ejemplo el receptor
de la acetilcolina (ver cita bibliográfica),
pero la mayor parte de ellas solo puede realizar una u otra .
Las células se encuentran por lo tanto rodeadas por un
"arreglo" de proteínas que se ocupan de estos
problemas. Algunas se encuentran embebidas en la bicapa lipídica
o la atraviesan de lado a lado. Son las llamadas proteinas
intrínsecas; otras están adsorbidas en la superficie de la
bicapa y se denominan extrínsecas y pueden ser
fácilmente separadas de la bicapa lipídica sin necesidad de
destruirla.


Traducción a cargo de: Dr. Jorge S. Raisman, lito@unne.edu.ar
Documento
original del MIT,
http://esg-www.mit.edu:8001/esgbio/chapters.html