Son compuestos
con cargas negativas (polianiónicos) que interactúan con los aminoácidos
cargados positivamente en el loop V3 de la gp120 impidiendo la unión del
virión al heparan sulfato con lo cual el virus, al no adherirse al
glicocálix de la célula no puede iniciar el ciclo. Estos compuestos están
presentes en ciertas jaleas espermicidas.
TAK779
Este compuesto
forma un complejo e interacciona con el correceptor (receptor de
quimiocinas) mecanismo que impide la unión del virus a su correceptor.
Otra droga bajo desarrollo en esta clase
es un compuesto llamado SCH-C (Schering Plough). Los investigadores están
investigando a SCH-C como un compuesto que impida la habilidad del VIH de
enlazarse al co-receptor CCR5 de la célula CD4 T. SCH-C ha demostrado la
habilidad de inhibir la replicación del VIH en tubos de ensayo. Se
presentó data preliminar de seguridad y eficacia de la Fase I del estudio.
Doce participantes VIH positivos recibieron tratamiento con 25 mg SCH-C
como monoterapia (sin ninguna otra droga) dos veces al día por 10 días. Al
tercer día del estudio se observó una reducción significante en la carga
viral de los participantes, 1/3 (4 de 12) experimentaron una reducción
mayor de 1-log. En este estudio de dosis baja SCH-C fue bien tolerada.
Otra ventaja de SCH-C es que puede tomarse oralmente.
T-20: El primero de una
nueva clase de fármacos
anti-VIH
T-20 (también conocido como pentafusida, previamente como DP-178) es un
nuevo antirretroviral potente, el primero de una nueva clase de fármacos
anti-VIH. Los datos de estudios previos in vitro sugieren que el
fármaco ejerce una actividad antiviral potente; actualmente, los
resultados finales de un estudio piloto de 16 personas demuestran que T-20
puede reducir la carga viral plasmática del VIH en un 99%. T-20 es
elaborado por la compañía Trimeris Inc., de Durham, NC.
Un mecanismo de acción
diferente
T-20 es
un péptido sintético del aminoácido 36. Por ahora, no se comprende por
completo su mecanismo de acción. Como inhibidor de la fusión, T-20 ataca
al VIH durante un punto en su ciclo de replicación que no es atacado por
los otros antivirales actualmente disponibles. El fármaco usa como blanco
la fase fusión de la infección por el VIH, cuando el virión viral se
acopla con una nueva célula, como el linfocito T CD4. Se cree que T-20
interfiere de alguna forma con la molécula gp141 de la superficie del
virus, frenando la capacidad del VIH para acoplarse e infectar nuevas
células necesarias para su reproducción. En pruebas de laboratorio, T-20
resultó ser un inhibidor mucho más potente del VIH-1 que el VIH-2
(aproximadamente una potencia específica contra el VIH-1 de 10 a 1.000
veces mayor.)
No se ha documentado resistencia viral al fármaco. Teóricamente, si
T-20 es capaz de eliminar la replicación viral a través de la prevención
completa de la infección de nuevas células, entonces la resistencia no
tiene muchas oportunidades de desarrollarse. Sin embargo, cuanto más
tiempo se emplea un fármaco, mayor es el potencial de desarrollar la
resistencia a ese fármaco.
Todavía no se han obtenido datos de duración sobre T-20. Para poder
emplear el fármaco por períodos de tiempo extensos, es probable que T-20
se combine con otros antirretrovirales para prevenir el desarrollo de
resistencia. Puesto que el fármaco contiene un mecanismo de acción único,
no es probable que ocasione problemas de resistencia opuesta con los demás
antirretrovirales disponibles.
T-20 requiere la administración por inyección intravenosa o subcutánea
dos veces al día. Los investigadores están desarrollando una bomba
computerizada de infusión, parecida a la bomba empleada por los diabéticos
para administrarse la insulina. La bomba, que será del tamaño de un
"pager", administrará el fármaco de manera lenta, continua y eficaz.
El futuro de T-20
T-20, el primero de una nueva clase de fármacos de fusión, merece ser
observado; por ahora el único aspecto negativo es su forma de
administración. Por esta razón, Dr. Richman también recomienda el
desarrollo de un péptido pequeño con un mecanismo de acción parecido al de
T-20, además del desarrollo de otras moléculas pequeñas capaces de
interrumpir la replicación del VIH interfiriendo en su capacidad para
acoplarse a células huéspedes. Si se desarrollan, estos medicamentos
podrían ser consumidos por vía oral.
Zidovudine (AZT): Mecanismo de acción de zidovudine (3'-azido-3'-deoxythymidine) en la replicación del VHI-1: es un
análogo sintético de la pirimidina e inhibe los retrovirus de los animales
y de los mamíferos (HTLV-1 y VHI). El AZT es convertido en trifosfato por
la fosforilación hecha por los enzimas celulares y así el AZT-TP es
incorporado en la cadena nueva de ADN, inhibiendo su elongación (ya que no
tiene los radicales -OH en la posición 3' ). El blanco del AZT TP es la
transcriptasa inversa, que usa el AZT TP en lugar de la molécula habitual
timidina trifosfato. El virus VHI puede volverse resistente a los efectos
de la AZT, debido a las mutaciones que afectan a la estructura de la
transcriptasa inversa (incluyendo cambios en los sitios activos del
enzima).
Lamivudina (3TC), Didanosina(ddI), Zalcitabina (ddC),
Stavudina (d4T): Tienen mecanismos de acción similares al AZt. 3TC
= 2'-deoxy-3'-thiacytidine; ddI: 2',3'-dideoxyinosina; ddC:
2',3'-dideoxycytidina; d4T: 2',3'-didehydro-3'-deoxythymidina.
Estos son análogos dideoxynucleosidos del dC, dA, dC, y dT
respectivamente.
Nevirapine: Es un inhibidor no
nucleósido de la trancriptasa inversa (RT). A diferencia de los análogos
de los nucleótidos, para ser activa no necesita de una fosforilación, su
acción es unirse a la RT e inactivar el enzima de una manera no
competitiva. La nevirapina se une directamente a un hueco de 3 dimensiones
cerca del sitio activo dentro de la molécula del enzima de la RT.
Una de las más nuevas clases de
drogas bajo desarrollo que parece ser alentadora es el inhibidor de
integrasa. La integrasa es una enzima usada por el VIH para penetrar su
DNA en las células CD4 T. Los inhibidores de integrasa han estado bajo
estudio por años, pero hasta ahora han tenido muchos efectos secundarios
para tomar un paso adelante hacia ensayos clínicos que envuelvan a
participantes humanos.
Shiongi, una compañía japonesa, reportó
a su nuevo inhibidor de integrasa llamado S-1360. S-1360 está en sus
primeras etapas de desarrollo, sin embargo, ha demostrado una buena
actividad en contra del virus resistente a todas las clases terapéuticas
disponibles actualmente, en tubos de ensayo y pocos efectos secundarios en
pruebas con animales. Desde la conferencia Shiongi ha unido sus fuerzas
con GSK para formar la farmacéutica Shionogi-GlaxoSmithKline e iniciar la
Fase I de los ensayos clínicos con S-1360. En una reunión reciente de GSK
se discutieron los planes de las Fases I/II para ensayos en los Estados
Unidos. Ningún inhibidor de la integrasa ha sido todavía aprobado su
mecanismo de acción radica en el hecho de impedir que el ADN viral se
introduzca en el ADN de la célula.
Inhibidores de la proteasa del VHI. La VHI PR es
un dímero simétrico, que contiene residuos apareados de ácido aspártico en
su sitio activo. El complejo enzima-substrato también contiene una
molécula de agua muy importante, única en las proteasas retrovirales,
comparada con otras proteasas de ácido aspártico. La mayoría de los
inhibidores enzimáticos son compuestos que imitan a los
péptidos que son análogos de estados de transición. En otras
palabras, dichos compuestos imitan la configuración del estado
transicional del substrato natural del VHI PR. Como consecuencia, los
inhibidores se unen al enzima más fuertemente que el substrato natural (ya
que el substrato debe distorsionarse para asumir la configuración de
estado de transición). Estos compuestos son por lo tanto, inhibidores
enzimáticos competitivos, y se clasifican de acuerdo a la simetría de sus
estructuras. Así, el inhibidor de Merck, Indinavir y el inhibidor de Roche,
saquinavir son asimétricos, mientras que el ritonavir de Abbot es muy
simétrico. En general, los inhibidores de la proteasa han mostrado una
gran promesa como fármacos anti VHI, particularmente cuando se usan en
combinación con otros fármacos anti-retrovirales. Los problemas
presentados con los inhibidores de la proteasa incluyen (1):mala absorción
por vía oral (solo una pequeña fracción ingerida, pasa al torrente
circulatorio), y (2): cruzan muy mal la barrera hemato-encefálica y por
ende muy bajas concentraciones en el tejido cerebral.
Inhibidores de la proteasa
Terapia combinada. La terapia combinada ó el uso
simultáneo de múltiples fármacos antivirales anti-VHI, puede ser el medio
más efectivo de controlar la infección por VHI (por ejemplo: AZT + 3TC +
indinavir es una combinación efectiva, tanto como otras combinaciones).
Nota importante: en la clínica diaria se han
descrito mutantes del VHI-1 resistentes a todos los fármacos descritos
en esta hoja. La resistencia viral es un problema muy
importante en los tratamientos antivirales.
Los inhibidores de proteasa modificaron de manera radical la historia
natural de la infección por VIH, especialmente en los pacientes en estados
avanzados. Gracias a ellos, la mayoría de los sujetos en etapas terminales
son capaces de recuperar inmunidad, peso corporal, disminuir o desaparecer
síntomas sistémicos y mejorar notoriamente su calidad de vida de una
manera sostenida. Si bien es cierto que estos mismos efectos se podían
observar con la administración de uno o dos análogos de nucleósido, esto
se lograba sólo en un 10% de los pacientes, y al cabo de los meses los
efectos benéficos iban desapareciendo. La propiedad que marca esta
diferencia es la potencia elevada antirreplicativa de la mayoría de los
inhibidores de proteasa.
Este grupo de medicamentos inhibidores de VIH actúan inhibiendo, es
decir evitando el funcionamiento, de una proteína funcional del VIH con
actividad enzimática de proteasa sobre otras moléculas estructurales del
propio virus.
Impiden la maduración de
los nuevos virus, impidiendo que se vuelvan infecciosos los nuevos virus
producidos. Entonces los inhibidores de proteasa impiden nuevos ciclos de
infección a otras células, pero no actúan sobre la replicación viral en
células ya infectadas, como si lo hacen los inhibidores de transcriptasa
reversa nucleósidos y no nucleósidos.
RESISTENCIA A INHIBIDORES DE PROTEASA
La resistencia surge del efecto inhibitorio parcial de un inhibidor de
proteasa debido a una dosis menor a la recomendada, pobre absorción, por
ejemplo el invirase, ingesta irregular o interacción medicamentosa
desfavorable, como el indinavir en dosis usual más efavirenz. El mecanismo
molecular es la aparición de mutación en los codones de la enzima proteasa
o en la poliproteina Gag - Pol que disminuyen la afinidad de la proteasa
por el inhibidor de proteasa. Todos los inhibidores de proteasa gasta
ahora en el mercado pueden desarrollar resistencia. Existen mutaciones
primarias y secundarias, mutaciones en el sitio activo y mutaciones fuera
del sitio activo. La mutación primaria es aquella que confieren una
resistencia considerable al inhibidor de proteasa; por el contrario, las
secundarias complican la terapéutica pues amplían el espectro de
resistencia a varios inhibidores de proteasa.
Las pruebas moleculares de resistencia como ensayos genotipicos y
fenotipicos, son de interpretación difícil y actualmente tienen una
utilidad limitada en la aplicación clínica.
NUEVOS INHIBIDORES DE PROTEASA
Hay inhibidores de proteasa en diferentes fases de estudio que muestran
ventajas en relación a los primeros cuatro. Destacan amprenavir: VX478,
agenerase AG-.1778, AB-378, tripanavir: PNU-140690, BMS 232632 y AG-1776.
La mayoría de ellos tienen un bajo nivel de resistencia cruzada con los
primeros cuatro inhibidores de proteasa pero sólo los nuevos estudios
controlados determinaran el verdadero peso de estos nuevos medicamentos en
segunda opción de inhibidores de proteasa. Hay ventajas potenciales
adicionales como el compuesto BMS 232632 que administrado una vez al día
es capaz de alcanzar niveles sanguíneos inhibitorios adecuados.
Basualdo Juan A.; Coto, Celia; De Torres Ramón A. (1996). Microbiología
Biomédica