Los tratamientos más habituales en esta enfermedad,
de los que se tiene amplia experiencia, son el interferón (INF) , la lamivudina y el adefovir . En el momento actual no existe un
consenso claro de cuál es la mejor opción para iniciar la monoterapia.
Entre las ventajas del INF está su tiempo limitado de administración y la
ausencia de desarrollo de resistencias; como desventajas sus efectos
secundarios más molestos y su precio más elevado. Por otro lado, auque
parece que el tratamiento con adefovir tiene una eficacia similar a la
lamivudina, se dispone de más experiencia de uso con éste, hay estudios a
más largo plazo y carece de toxicidad renal. Su mayor desventaja es el
desarrollo de resistencias con mayor frecuencia que el adefovir. Así, la
decisión de iniciar el tratamiento con cualquiera de estos fármacos deberá
consensuarse de forma cuidadosa entre el clínico y el paciente en función
de su situación clínica. Por otro lado, es también recomendable realizar
una biopsia hepática antes de iniciarlo [D].
Los interferones son una familia de proteínas de bajo peso
molecular producidas por distintos tipos de células en respuesta a una
infección viral o a determinadas sustancias como endotoxinas bacterianas,
polímeros aniónicos sintéticos, polinucleótidos de doble cadena, etc.
Existen tres tipos de interferon distinguibles por sus propiedades
fisicoquímicas y antigénicas: 1) el interferón alfa, producido por los
leucocitos; 2) el interferón beta, producido por fibroblastos; y el
interferón gamma, también llamado interferón inmune y que es producido por
leucotrienos estimulados ya sea por mitógenos o por antígenos y por
células NK
Tanto los interferones alfa como los beta son capaces de
inhibir la síntesis de proteínas virales.
Si bien el mecanismo de acción no está completamente
aclarado, se observó que en las células tratadas con interferón se induce
la síntesis de diversas proteínas celulares que dan como resultado final
la activación de una endorribonucleasa celular que se supone hidroliza los
ARN virales, inhibiendo entonces toda posibilidad de síntesis de proteínas
virales en dicha célula. Otro mecanismo de acción antiviral mediado por el
interferón se realiza a través de la inducción de una proteína quinasa
celular (P1) que luego de autoactivarse fosforila a la subunidad pequeña
del factor de iniciación de la síntesis proteica. El resultado final de
este proceso es la inhibición de la síntesis de proteínas.
En el momento actual están aprobados para su uso el interferón alfa-2a
y el interferón alfa-2b, ambos con propiedades antivirales,
inmunomoduladoras y antiproliferativas. Habitualmente se administra de
forma subcutánea con dosis de 5 millones de unidades (MU)/día ó 10MU tres
veces por semana. En el caso de los niños la dosis deberá reducirse
inicialmente en un 25-50%. La duración media de tratamiento con
interferón es de 16 semanas, pudiendo ser de más tiempo en los pacientes
que al finalizarlo, sigan presentando una ligera replicación viral. Entre
sus efectos secundarios destacan el denominado síndrome-flu, que consiste
en febrícula, malestar, cansancio, artralgias y disminución de los
leucocitos y de las plaquetas en el hemograma. También es frecuente la
depresión, el insomnio, pérdida de peso, alopecia e irritabilidad. Todos
ellos reversibles al suspender el tratamiento.
Con las
evidencias disponibles hasta el momento no se recomienda el uso de
glucocorticoides antes del tratamiento con interferón alfa, porque no han
demostrado mejoría significativa en el resultado clínico (influencia en la
mortalidad, calidad de vida, histología y bioquímica hepática) de los
pacientes con hepatitis B crónica [B]
Lamivudina (3TC).
Es un análogo de los nucleósidos, un finalizador de cadena, el cual
interfiere con la actividad de la transcriptasa inversa del HBV y del HIV-1.
3TC (3'-thiacitidina) ha demostrado recientemente poseer una fuerte
actividad anti-HBV en individuos con hepatitis B crónica.(Dienstag et
al. NEJM 333:1657, 1995). 3TC es un fármaco seguro y poco tóxico en
comparación con otros análogos de los nucleósidos que han sido ensayados
en contra de la HBV.
Entre
sus principales indicaciones de uso destacan: